¿FIV o ICSI? Diferencias entre ambos tratamientos

Cuando la búsqueda de un bebé por vía natural se retrasa, una de las posibilidades es recurrir a la ciencia. Por suerte, en ese campo cada vez son más los avances y las novedades que facilitan el sueño de tener un hijo. Y, justamente, como las opciones se amplían cada vez más, desde WeFIV procuramos ayudarte a entender lo más importante de cada tratamiento. En este caso hablaremos sobre las diferencia de FIV o ICSI.

¿Qué es ICSI? Se trata de la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides -por sus siglas en inglés- y es una técnica de Fertilización in Vitro (FIV) que pertenece al grupo de las de alta complejidad. Consiste en inyectar los espermatozoides en el citoplasma de los ovocitos. El objetivo es poder ayudar al espermatozoide que no puede por sí solo llegar al óvulo; de esta manera, aumentan las probabilidades de fecundación y, por consiguiente, de embarazo.

“La principal diferencia entre la FIV tradicional y la ICSI es que en el FIV tradicional ponemos a los ovocitos en un medio de cultivo que contiene una determinada cantidad de espermatozoides y la interacción entre los ovocitos y los espermatozoides se hace sin la intervención de un embriólogo, es decir que ellos mismos se van a encontrar y van a interactuar”, afirma el Santiago Giordana, director del Laboratorio FIV.

¿Cuándo recurrir al ICSI?

La técnica ICSI se utiliza en casos muy puntuales, y de los cuales no se suele hablar tanto, como, por ejemplo, la infertilidad masculina.

La técnica ICSI sirve las siguientes situaciones:

  • Oligozoospermia (baja concentración de espermatozoides).
  • Azoospermia (ausencia de espermatozoides).
  • Teratozoospermia (pocos espermatozoides con la morfología adecuada).
  • Astenozoospermia (baja movilidad).
  • Vasectomía previa.
  • Presencia de enfermedad infecciosa.
  • Dificultad para conseguir una eyaculación en condiciones normales.
  • Muestras criopreservadas de varones con vasectomía o sometidos a tratamientos de radio o quimioterapia.
  • Múltiples intentos infructuosos de FIV.
  • Número muy bajo de ovocitos post punción.
  • En aquellos casos en los que se realiza el Test Genético Preimplantacional -PGT o Preimplantation Genetic Testing- para poder seleccionar a los embriones sanos sin enfermedades genéticas/hereditarias.

“Efectivamente, es una técnica que se recomienda utilizar en casos de factor masculino severo. Es decir, cuando tenemos una baja cantidad de espermatozoides o una mala movilidad. Esos serían los casos donde el ICSI, es la principal indicación”, agrega Giordana.

De hecho, aunque la frecuencia con la que se encuentra el factor masculino es baja, en el laboratorio de WeFIV la utilización de la ICSI es, según manifiesta el especialista, “prácticamente de rutina” porque, como técnica principal de reproducción asistida, se puede utilizar en cualquier momento.

¿Cuándo está indicada la Fecundación In Vitro (FIV)?

  • Cuando la mujer tiene alteraciones en las trompas y en la calidad de los ovocitos.
  • Si el semen no es apto para inseminación artificial.
  • Luego de más de cuatro intentos de inseminación artificial anteriores que no fueron exitosos.
  • En caso de que la paciente haya preservado su fertilidad y tenga ovocitos vitrificados.
  • Cuando la mujer supera cierta edad en la cual las técnicas de baja complejidad ofrecen muy pocas chances de embarazo.

FIV e Inyección Intracitoplasmática

Al comenzar un tratamiento de FIV que puede incluir la técnica ICSI es fundamental conocer los pasos a seguir para que sea exitoso. Si bien estos pueden parecer un poco estructurados, son necesarios e importantes.

  1. Estimulación ovárica controlada: la mujer recibe un tratamiento farmacológico hormonal, el cual consiste en la autoadministración de inyecciones para generar que los ovarios produzcan una mayor  cantidad de ovocitos. El mismo tiene una duración de 10 – 12 días. Durante ese período se le realizan ecografías a la paciente para definir cuál es el momento indicado para realizar la punción.
  2. Punción ovárica o folicular: es una intervención mínimamente invasiva que consiste en extraer los óvulos maduros del ovario bajo sedación en un quirófano. Tiene una duración aproximada de 15 minutos.
  3. Decumulación: se analiza el líquido obtenido en la punción en busca de óvulos. Tras un tiempo de reposo, se les quitan las células que puedan tener alrededor.
  4. Recogida y preparación del semen: se realiza en una placa de cultivo muy denso, para que al espermatozoide le cueste nadar. Aquí es cuando los especialistas seleccionan al de mejor morfología y al que nada más recto.
  5. Inseminación: se escoge un espermatozoide, se aspira con la aguja de microinyección y se introduce en el interior del óvulo mediante una pipeta muy fina
  6. Cultivo de embriones: tras la fecundación, se deja que los embriones continúen su desarrollo en el incubador.
  7. Preparación endometrial: se le administra a la paciente estrógenos y progesterona para conseguir que su cavidad uterina esté en las mejores condiciones.  
  8. Transferencia embrionaria: se selecciona el embrión que se va a transferir al útero materno mediante un catéter en la vagina.

Adicionalmente, se congelan los embriones de calidad no transferidos para usos posteriores.

FIV convencional: ¿cómo funciona y cuál es el proceso?

Una de las dudas que principalmente surgen entre quienes nos consultan es: “¿Cómo funciona la Fecundación In Vitro (FIV)?”. Por ello, en este punto cabe resaltar que es un tratamiento de alta complejidad el cual consiste en que el proceso de fecundación se lleve a cabo en el laboratorio.

Sin embargo, aunque la unión de los dos gametos (masculino y femenino) se produce en un medio artificial, el proceso es natural porque se colocan los espermatozoides alrededor del óvulo, que es fecundado por uno de ellos de manera espontánea.

Independientemente de la forma en que ocurra, cuando se produce la fecundación y se desarrollan los embriones, y se transfiere un único embrión a la cavidad uterina para que continúe su desarrollo y logre implantarse.

Consejos para encarar un tratamiento de Fertilización Asistida

Siempre que una mujer decida comenzar un tratamiento de fertilización es importante que piense tanto en la preparación previa como en los momentos posteriores. Respecto al primer punto, es importante la nutrición.

Este aspecto incluye la ingesta de ácido fólico y vitamina B, así como también el consumo de fruta y verdura fresca, legumbres, granos enteros, productos lácteos y carne. Además, es recomendable disminuir el consumo de azúcar.

Otro punto importante es aliviar el estrés y la ansiedad, para lo cual suele ser muy útil realizar ejercicio físico. Sin embargo, no se recomienda incrementar la práctica de actividades que impliquen esfuerzo, sino mantener el ritmo habitual.

Además, en WeFIV contamos con una  Unidad de Apoyo Psicológico, que estará ahí para guiarte, sostenerte y apoyarte en el proceso. Su objetivo es propiciar y mantener el bienestar emocional de nuestros pacientes.

Es importante que entre los miembros de la pareja haya comunicación para poder afrontar los desafíos venideros. En el caso de las madres solteras por elección, también es recomendable contar con un núcleo de apoyo o contención.

Respecto a los momentos posteriores a la transferencia embrionaria, es importante -tras el reposo inmediato posterior- evitar situaciones que puedan causar aumento de la temperatura corporal (ejercicio intenso, sauna, jacuzzi, etc.) no ingerir bebidas alcohólicas ni medicamentos prescritos sin consultar y  en cuanto al trabajo y las relaciones sexuales, podrás continuar con tu vida normal, teniendo en cuenta los puntos anteriores.

Con la intención de que este artículo te haya sido útil para entender en qué consiste cada técnica, pero fundamentalmente cómo se complementan para ayudarte a emprender tu camino hacia la maternidad, te esperamos en WeFIV para iniciar juntos este camino.

Dr. Santiago Giordana

Director Laboratorio FIV
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