Cuando una pareja incursiona en la búsqueda de un bebé, lo más común es que se pregunten qué vitaminas son las necesarias para aumentar las probabilidades de embarazo para aportar al buen desarrollo del bebé. Si bien hay muchos factores que inciden en la salud reproductiva, tanto masculina como femenina, en este artículo hablaremos del papel de la vitamina D en la fertilidad, el cual es fundamental dado que tiene propiedades que favorecen la correcta implantación del embrión en el útero materno.
La vitamina D en la fertilidad de la mujer tiene un rol vital para evitar el síndrome de ovarios poliquísticos, la endometriosis y la miomatosis uterina; condiciones que causan infertilidad. Asimismo, en los tratamientos de reproducción asistida, aumentan su eficacia en aquellas mujeres con un buen nivel de vitamina D. También es importante destacar que, esta vitamina, disminuye complicaciones durante el embarazo como la preeclampsia, diabetes gestacional y bajo peso del recién nacido.
¿Cuáles son las fuentes de vitamina D?
Como mencionamos anteriormente, son muchos los beneficios de esta vitamina tanto en la fertilidad de la mujer, como en el posterior desarrollo del embarazo. Por eso es importante saber de dónde se obtiene la vitamina D.
La principal fuente de vitamina D es el sol, por lo que se recomienda exponerse al sol períodos cortos de 10 a 15 minutos, 3 veces por semana, utilizando protector solar y en horarios donde la exposición no ocasione un daño en la piel. En la actualidad, hay muchas personas con déficit de esta vitamina dado que los hábitos se han modificado y la exposición solar es cada vez menor.
Además, existen las fuentes alimenticias de vitamina D, entre las que se encuentra el pescado graso como el salmón, atún o caballa; el hígado de vaca; el queso; la yema de huevo y los champiñones. Cabe aclarar que quienes tienen déficit de esta vitamina, deberán recurrir a una nutricionista quien podrá indicarles la dieta adecuada, dado que existen una multiplicidad de alimentos enriquecidos con vitamina D que se pueden incorporar en la ingesta diaria.
Si estás buscando un embarazo, lo recomendable es que te realices un chequeo de rutina con tu médico de cabecera y evalúe tu nivel de vitamina D, dado que la deficiencia de esta vitamina puede ocasionar complicaciones durante el embarazo. De ser así, es posible que el médico indique la incorporación de suplementos o recomendaciones alternas.
Beneficios de la vitamina D
Si bien ya mencionamos los beneficios de esta vitamina en la fertilidad de la mujer, también los tiene en la fertilidad masculina. Esta vitamina influye en el buen desarrollo del núcleo de los espermatozoides, incrementa la cantidad de los mismos y mejora la calidad del semen; además, aumenta los niveles de testosterona. Por lo que el varón con mayor índice de esta vitamina tendrá más probabilidades de conseguir el embarazo, por tener más espermatozoides en su esperma y de mejor morfología.
En relación a los beneficios que tiene durante el embarazo, esta vitamina es fundamental para el desarrollo del sistema musculoesquelético del feto y para evitar problemas en el crecimiento del bebé. También ayuda a mantener los niveles normales del calcio en sangre y contribuye a un buen funcionamiento del sistema inmune de los niños.
Además de tener beneficios en la fertilidad, la vitamina D es necesaria para que el cuerpo pueda absorber calcio y así fortalecer los huesos. Sumado a esto, tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras, que contribuyen a la función muscular y al sistema inmune.
Otras vitaminas que tienen su influencia en la fertilidad y no deben faltar en tu dieta son:
- Vitamina A: favorece la formación de esteroides que son la base de las hormonas sexuales.
- Vitamina B: son esenciales tanto para la salud reproductiva femenina como masculina. La B6 ayuda a regular los estrógenos y progesteronas en el ciclo femenino, y la B12 aumenta en el hombre el conteo de espermatozoides y, en consecuencia, las probabilidades de concebir.
- Ácido Fólico: es una vitamina del grupo B que ayuda a prevenir malformaciones y defectos en el tubo neural del bebé.
Déficit de vitamina D: síntomas y consecuencias
La causa más frecuente del déficit de esta vitamina es la falta de exposición solar y una dieta con baja ingesta de alimentos que contienen esta vitamina. Dentro de los síntomas más frecuentes, se encuentran:
- Dolor muscular.
- Debilidad y dolor en los huesos en personas de todas las edades.
- Calambres musculares.
- En menores de un año, tardan más tiempo de lo habitual en sentarse y gatear.
- Alteración en el crecimiento óseo, en niños de 1 a 4 años.
Para poder realizar el diagnóstico, el médico requerirá de análisis de sangre y de la historia clínica; y dependiendo cada caso en particular puede solicitar radiografías. Por otro lado, cabe destacar que esta condición es prevenible con una dieta adecuada y la correcta exposición solar.
Si considerás que tus hábitos pueden generarte déficit de esta vitamina, es recomendable que recurras a tu médico para que pueda indicar suplementos u otros tratamientos.
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