Quistes en los ovarios: descubrí sus causas, tipos y tratamientos de fertilidad

Los quistes en los ovarios son un hallazgo frecuente en ginecología. Muchas veces se detectan de manera casual en una ecografía y no provocan síntomas. Sin embargo, al escuchar este diagnóstico es lógico preguntarse: ¿es algo grave?, ¿puede afectar la fertilidad?, ¿necesito operarme? 

En la mayoría de los casos son benignos y desaparecen solos, pero otros requieren seguimiento o incluso un abordaje específico. A continuación, vas a descubrir qué son, qué tipos existen, cómo se diagnostican y qué opciones de tratamiento reproductivo pueden aplicarse. 

Descubrí qué es un quiste ovárico 

Un quiste es una cavidad cerrada llena de líquido o material semisólido. Cuando aparece en el ovario se lo denomina quiste ovárico. Aunque la palabra pueda sonar preocupante, la gran mayoría no representa un riesgo. Se estima que el 70 % de los quistes de ovario son benignos y solo uno de cada 50 puede ser maligno. 

Esto significa que no siempre requieren intervención, pero sí controles médicos periódicos para definir la mejor conducta. 

Conocé los tipos de quistes 

Existen diferentes tipos de quistes. Algunos se clasifican como benignos, otros como malignos y también hay un grupo intermedio denominado borderline, que tiene bajo potencial maligno. 

Otra forma de diferenciarlos es según el tejido de origen: algunos provienen de la superficie del ovario, otros de células germinales, de cordones sexuales o de tejido no específico. 

Conocer el tipo de quiste es esencial para decidir si basta con un control o si es necesario un tratamiento. 

Cómo afectan la fertilidad 

Algunos quistes pueden reducir la probabilidad de embarazo porque alteran el funcionamiento del ovario o afectan su reserva. El impacto dependerá del tamaño, la ubicación y los síntomas que produzcan. 

Por este motivo, en mujeres que buscan concebir, ya sea de manera natural o mediante un procedimiento de reproducción asistida, se evalúa cada caso de forma individual. 

Factores de riesgo y síntomas frecuentes 

Los quistes en los ovarios pueden aparecer en cualquier etapa de la vida reproductiva. En muchas ocasiones no provocan síntomas y desaparecen solos, pero cuando se hacen evidentes suelen manifestarse con: 

  • Dolor abdominal o pélvico 
  • Sensación de presión o pesadez en la pelvis 
  • Alteraciones en el ciclo menstrual, como retrasos o sangrados irregulares 
  • Dolor durante las relaciones sexuales 
  • Necesidad frecuente de orinar, si el quiste es grande y comprime la vejiga 

Aunque no siempre estas molestias significan un quiste, si los síntomas persisten es importante consultar a un especialista. 

Entre los factores de riesgo para desarrollarlos se encuentran los antecedentes familiares, la presencia de endometriosis, los ciclos menstruales irregulares y algunas alteraciones hormonales. 

Cómo se diagnostican los quistes en los ovarios 

La ecografía transvaginal es la herramienta principal para identificar un quiste. Permite observar su tamaño, forma, contenido y ubicación. En casos más complejos, se pueden indicar estudios adicionales como la resonancia magnética o la solicitud de marcadores tumorales para descartar patologías de mayor riesgo. 

La elección de la prueba diagnóstica depende de cada paciente, sus antecedentes y el aspecto del quiste detectado. 

Quistes funcionales: aprendé cuándo esperar 

Los quistes funcionales, como los foliculares o los del cuerpo lúteo, suelen formarse de manera natural durante el ciclo menstrual y desaparecer sin necesidad de intervención. En general, se controlan con ecografía y no requieren más que observación. 

En algunos casos se indica un tratamiento hormonal para favorecer su resolución. La cirugía laparoscópica se reserva para cuando persisten, provocan síntomas importantes o interfieren en los planes de fertilidad. 

Señales de los quistes endometriósicos 

El dolor pélvico persistente es la señal más común de los endometriomas, que son quistes asociados a la endometriosis. En una ecografía transvaginal suelen aparecer con una imagen en “vidrio esmerilado” y un contenido espeso, por lo que también se los llama quistes achocolatados. 

Cuando una paciente realiza un tratamiento de Fertilización In Vitro, estos quistes pueden complicar la estimulación ovárica o la punción de óvulos. En esos casos, la estrategia es evitar la punción de los quistes durante la punción folicular para no derramar su contenido en la cavidad abdomino-pelviana. 

Quistes dermoides y complejos 

Los quistes dermoides y los complejos requieren un estudio más detallado. Si son pequeños y no producen molestias, se pueden dejar en observación. Pero cuando son grandes o generan dolor, lo más indicado es la cirugía laparoscópica, siempre con cuidado de preservar la función ovárica. 

En los casos más complejos, además de la ecografía, se utilizan estudios complementarios como doppler, resonancia magnética y marcadores tumorales para descartar otras patologías. 

Qué pasa con los quistes recurrentes 

Cuando los quistes aparecen de forma recurrente, pueden comprometer la reserva ovárica, afectando la calidad y cantidad de óvulos disponibles. Una alternativa eficaz para proteger la fertilidad es la Preservación de óvulos antes de una cirugía. Esto ofrece a las pacientes la posibilidad de mantener opciones reproductivas en el futuro. 

El síndrome de ovario poliquístico 

El síndrome de ovario poliquístico (SOP) puede generar confusión por su nombre, ya que no se trata de quistes verdaderos. En realidad, los ovarios son más grandes y contienen múltiples folículos pequeños. 

El SOP puede producir ciclos menstruales irregulares, ausencia de ovulación, resistencia a la insulina y exceso de andrógenos, que se manifiesta en síntomas como acné o exceso de vello. 

Antes de recurrir a un procedimiento de reproducción asistida, se recomienda iniciar cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable y ejercicio regular, además de tratamientos médicos específicos. En muchos casos, estas medidas permiten restablecer la ovulación y mejorar las probabilidades de embarazo espontáneo. 

Pronóstico y prevención 

El pronóstico de los quistes en los ovarios suele ser favorable, especialmente cuando se detectan a tiempo. La mayoría no compromete la salud reproductiva ni requiere intervenciones mayores. Sin embargo, los controles ginecológicos regulares son la clave para identificar cualquier cambio en su evolución. 

Aunque no existe una forma garantizada de prevenirlos, mantener un estilo de vida saludable, realizar chequeos médicos anuales y consultar frente a síntomas persistentes son pasos fundamentales para cuidar la salud ovárica. 

Los quistes en los ovarios son frecuentes y en la mayoría de los casos benignos. Sin embargo, requieren un diagnóstico preciso para definir el mejor camino. Con un abordaje temprano, controles regulares y procedimientos como Fertilización In Vitro, Preservación de óvulos, tratamiento hormonal o cirugía laparoscópica, es posible tratarlos de manera adecuada sin comprometer la fertilidad. 

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Dr. Jorge Barattini

Medicina Reproductiva

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