Progesterona: qué hacer para mejorar la implantación del embrión

Cuando una mujer inicia el camino hacia la maternidad, la ilusión se mezcla con dudas y muchas preguntas. Una de las más frecuentes en los consultorios de fertilidad gira en torno a la progesterona, una hormona que cumple un papel fundamental en la preparación del útero. 

La progesterona es la encargada de convertir el endometrio en un espacio receptivo, capaz de sostener la implantación de un embrión. Pero cuando sus niveles son bajos, puede dificultar el proceso y hacer que lograr un embarazo se vuelva más complejo. En esta nota exploraremos qué significa tener progesterona baja, cómo puede afectar y qué alternativas existen para corregirla. 

¿Qué es la progesterona en la mujer? 

La progesterona se produce en el ovario a través del cuerpo lúteo, una pequeña estructura que aparece después de la ovulación. Su función principal es transformar el revestimiento interno del útero para que pueda recibir y sostener un embrión. 

En un ciclo natural, la progesterona regula la segunda mitad del ciclo menstrual y prepara al organismo para un posible embarazo. En los tratamientos de fertilidad, como la Fertilización In Vitro, muchas veces el cuerpo no genera suficiente cantidad y es necesario administrarla de forma externa para lograr que el endometrio esté en condiciones óptimas. 

La función de la progesterona en la fertilidad 

Durante la búsqueda de un embarazo, la progesterona es clave en lo que se conoce como fase lútea. Sin ella, el útero no estaría listo para la implantación y las probabilidades de éxito disminuirían de manera significativa. 

Además de preparar el endometrio, también evita que se produzcan contracciones uterinas que podrían expulsar al embrión. De esta forma, actúa como una especie de “protector” que sostiene las condiciones necesarias hasta que la placenta comienza a producir la hormona de manera natural, alrededor de la semana diez de gestación. 

En los protocolos de fertilidad asistidas, donde la ovulación ocurre a través de inyecciones, en ciclos artificiales, donde la progesterona se suplementa para mejores resultados 

Señales de progesterona baja 

La progesterona baja puede manifestarse de distintas maneras. Algunas mujeres notan que la menstruación se adelanta más de lo esperado, mientras que otras presentan pequeños manchados antes de la fecha en que debería llegar el período. En tratamientos de fertilidad, también puede asociarse a abortos muy tempranos o embarazos que comienzan, pero no progresan. 

En medicina reproductiva, esta situación recibe el nombre de fase lútea deficiente, y es una de las principales razones por las que los especialistas indican suplementación hormonal. 

Valores de progesterona: ¿qué se considera bajo? 

Para evaluar si el endometrio está preparado para la implantación, los médicos suelen medir la progesterona en sangre. En un ciclo natural, se considera adecuado un nivel superior a 10 ng/ml después de la ovulación. En un tratamiento de Fertilización In Vitro, se busca que supere los 10 o 12 ng/ml el día de la transferencia embrionaria. 

Cuando los valores son menores, el tratamiento suele ajustarse. Esto puede implicar aumentar la dosis o cambiar la vía de administración, con el fin de asegurar que el útero ofrezca las mejores condiciones posibles al embrión. 

Tratamientos para subir la progesterona 

Existen varias formas de la administrar progesterona, y la elección depende de la historia clínica de cada paciente y de la estrategia del especialista. 

La vía vaginal es una de las más utilizadas porque actúa de manera directa en el útero y suele ser bien tolerada. Además, es cómoda y permite mantener niveles adecuados de forma constante. La vía inyectable, ya sea intramuscular o subcutánea, asegura niveles más altos en sangre y se utiliza especialmente en mujeres con antecedentes de fallos de implantación o con valores persistentemente bajos. 

También existe la vía oral, aunque en fertilidad no es la más recomendada porque su absorción es irregular y no siempre garantiza niveles estables. En algunos casos, los especialistas deciden combinar más de una vía de administración para reforzar la fase lútea y aumentar las probabilidades de éxito. 

Consecuencias de la progesterona baja en la implantación 

Cuando la progesterona es insuficiente, el endometrio no se encuentra lo suficientemente receptivo y esto puede provocar problemas en la implantación. Algunas mujeres presentan manchados marrones antes de la menstruación, mientras que otras experimentan reglas adelantadas o abortos tempranos. 

Incluso en los casos en los que ocurre la implantación inicial, la falta de progesterona puede hacer que el embarazo no progrese más allá de las primeras semanas. Por eso, en los tratamientos de reproducción asistida, la suplementación con progesterona no es un detalle secundario, sino un paso esencial para lograr un embarazo viable. 

¿Cuánto tiempo se administra la progesterona en FIV? 

En un tratamiento de Fertilización In Vitro, la progesterona comienza a administrarse unos días antes de la transferencia del embrión. Esto permite que el endometrio esté sincronizado y preparado para recibirlo. 

Si el embarazo se confirma, la suplementación continúa hasta la semana ocho o diez de gestación, momento en el que la placenta ya es capaz de producir la cantidad suficiente por sí misma. 

Los efectos secundarios suelen ser leves y temporales. Algunas mujeres describen cansancio, hinchazón abdominal o molestias en la zona de aplicación de los óvulos vaginales o de las inyecciones. Aun así, la mayoría de los tratamientos se tolera muy bien y no afecta la vida cotidiana. 

Efectos secundarios y seguridad de la suplementación 

Un aspecto importante apara tener en cuenta es que la suplementación con progesterona, aunque pueda generar ciertas incomodidades, se considera segura en la gran mayoría de los casos. Los efectos secundarios más habituales son sensación de pesadez abdominal, somnolencia, cambios en el humor y, en ocasiones, sensibilidad en los senos. 

En la vía vaginal, algunas mujeres refieren secreción o molestias locales, pero esto no compromete la eficacia del tratamiento. En la vía inyectable, el dolor en el sitio de aplicación puede ser más notorio, aunque suele mejorar con el tiempo o al cambiar de técnica. 

Lo fundamental es que los beneficios superan ampliamente a las molestias. Mantener niveles adecuados de progesterona es clave para sostener un embarazo en desarrollo y, en los tratamientos de fertilidad, se ha demostrado que aumenta la tasa de éxito de las transferencias embrionarias. 

La progesterona como aliada en tu camino hacia la maternidad 

La progesterona es una de las hormonas más importantes en el proceso reproductivo. Su presencia en niveles adecuados garantiza que el útero esté en condiciones de recibir un embrión y de sostener un embarazo en sus primeras semanas. 

Escuchar que existe una “progesterona baja” puede generar preocupación, pero la realidad es que hoy existen tratamientos efectivos y seguros para corregirla. Cada mujer es única y, por eso, los médicos diseñan planes personalizados de acuerdo con cada caso. 

Con el acompañamiento profesional adecuado y la confianza en el proceso, las posibilidades de éxito aumentan de manera significativa. 
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Dra. Tania Mielnikowicz

Medicina Reproductiva

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