Amenorrea y embarazo: ¿puedo ser mamá sin menstruar?

Amenorrea y embarazo: lo que respondemos cuando una mujer desea ser mamá sin menstruar.

¿Hace meses que no me viene?
“Yo nunca menstrué y tengo 28 años.”
“Quiero ser mamá… pero no sé si puedo.”

Estas frases no las leí en un libro: las escucho casi todos los días en el consultorio. Soy médica especialista en fertilidad y, si algo aprendí en todos estos años, es que la amenorrea genera silencio, angustia, muchas preguntas y dudas sobre el embarazo.
Por eso escribo esta nota: para aclarar la relación entre amenorrea y embarazo, y responder con información clara, actualizada y, sobre todo, con respeto. Porque cada historia importa. Y cada ausencia tiene una causa.

¿Qué es la amenorrea? 

La amenorrea es la ausencia anormal de menstruación en mujeres en edad reproductiva. Se clasifica en dos tipos principales: 

  • Amenorrea primaria: cuando nunca se tuvo la primera menstruación, a pesar de haberse desarrollado otras características puberales (crecimiento mamario, vello púbico). Según la OMS, debe ser evaluada si no hay menstruación hacia los 15–16 años. 
  • Amenorrea secundaria: cuando una mujer que previamente tenía ciclos menstruales regulares deja de menstruar durante tres meses o más. 

Ambos casos requieren evaluación médica especializada. La amenorrea nunca debe minimizarse, ya que puede ser un signo de un desequilibrio hormonal, metabólico o anatómico. 

¿Cuáles son las causas de la amenorrea? 

Según las guías de la ASRM (American Society for Reproductive Medicine) y ESHRE (European Society of Human Reproduction and Embryology), las causas más frecuentes incluyen: 

  • Síndrome de ovario poliquístico (SOP): asociado a alteraciones hormonales que impiden la ovulación regular. 
  • Trastornos hormonales: como hipotiroidismo, hiperprolactinemia o insuficiencia ovárica primaria. 
  • Trastornos alimentarios: anorexia nerviosa o pérdida de peso extrema. 
  • Estrés físico o emocional severo: reconocido como factor disruptor del eje hipotalámico-hipofisario. 
  • Ejercicio físico de alta exigencia: como sucede en atletas de alto rendimiento. 
  • Malformaciones congénitas del aparato reproductor: como el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser. 
  • Tumores hipofisarios: que afectan la secreción de hormonas. 
  • Uso prolongado de anticonceptivos o medicamentos específicos. 
  • Embarazo: la causa más común de amenorrea secundaria. 

Cada situación debe ser analizada en profundidad para establecer el tratamiento más adecuado. 

¿Se puede ovular sin menstruar? 

Sí. Aunque parezca contradictorio, algunas mujeres pueden ovular sin presentar sangrado menstrual visible. 
Esto ocurre porque la ovulación puede suceder, pero si el endometrio no alcanza el grosor suficiente, puede no producirse un sangrado notable. 

También es posible el fenómeno inverso: menstruar sin haber ovulado, conocido como ciclos anovulatorios. 
Por eso, la ausencia de menstruación no implica automáticamente infertilidad. 
De hecho, según la ESHRE, existen marcadores indirectos que pueden sugerir ovulación como cambios en el flujo cervical, dolor ovulatorio o alteraciones en la temperatura basal. 

La evaluación médica es fundamental para identificar si hay ovulación activa y definir el mejor abordaje reproductivo. 

¿Puedo quedar embarazada si tengo amenorrea? 

En muchos casos, sí. La clave está en identificar la causa específica. 
Una vez diagnosticado el origen de la amenorrea, se puede diseñar un tratamiento personalizado que incluya: 

  • Inducción farmacológica de la ovulación. 
  • Regulación de desequilibrios hormonales. 

En centros especializados como WeFIV, el acompañamiento interdisciplinario permite optimizar las posibilidades de embarazo, incluso en cuadros de mayor complejidad. 

¿Cómo se diagnostica la amenorrea? 

Según protocolos recomendados por la OMS y sociedades como SAMeR, el abordaje diagnóstico debe incluir: 

  • Historia clínica detallada: antecedentes familiares, peso, estilo de vida, enfermedades previas. 
  • Examen físico: evaluación de signos hormonales o anatómicos. 
  • Estudios hormonales: medición de FSH, LH, estradiol, prolactina y hormona antimülleriana (AMH). 
  • Ecografía transvaginal: análisis de la morfología uterina y ovárica. 
  • Estudios genéticos o de imagen: si se sospechan alteraciones congénitas o anatómicas. 

Este enfoque integral permite un diagnóstico preciso y la elección de un tratamiento adecuado. 

¿Qué tratamientos existen para lograr el embarazo? 

Las opciones de tratamiento dependen del diagnóstico y del estado de salud general de la paciente. Incluyen: 

  • Inducción de la ovulación: con medicamentos como citrato de clomifeno o gonadotrofinas. 

Los avances en medicina reproductiva permiten hoy abordar incluso casos de insuficiencia ovárica primaria, brindando alternativas como la Ovodonación o la Vitrificación de ovocitos si se planifica a tiempo. 

Amenorrea y Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) 

El SOP es una de las causas más frecuentes de amenorrea secundaria. 
Caracterizado por la presencia de microquistes ováricos y disfunción ovulatoria, puede generar angustia en las mujeres que desean ser madres. 

La buena noticia es que, como destacan tanto ASRM como SAMeR, el pronóstico reproductivo suele ser favorable con el tratamiento adecuado. 
El enfoque puede incluir regulación hormonal, control metabólico y técnicas de reproducción asistida como FIV si es necesario. 

La clave está en el diagnóstico temprano y el acompañamiento de equipos especializados. 

¿Cuándo consultar a un centro de fertilidad? 

Se recomienda consultar si: 

  • Nunca se tuvo la primera menstruación después de los 15–16 años. 
  • Se dejaron de tener menstruaciones durante tres meses o más. 
  • Se presentan dificultades para lograr un embarazo. 
  • Se experimentan síntomas asociados como acné severo, galactorrea o caída del cabello. 
  • Hay antecedentes familiares de menopausia precoz, SOP o trastornos tiroideos. 

Consultar a tiempo no implica necesariamente iniciar un tratamiento inmediato: a veces, significa entender el cuerpo y planificar el futuro reproductivo con información clara. 

La amenorrea no es simplemente un dato aislado: es un síntoma que merece atención, comprensión y acompañamiento. 
Con diagnóstico oportuno y abordaje personalizado, muchas mujeres logran alcanzar su deseo de ser madres. 

En WeFIV, la información actualizada, la empatía y el acceso a tecnología de avanzada son el primer paso para transformar la incertidumbre en posibilidad. 

¿Tenés amenorrea y deseás saber si podés quedar embarazada?

En WeFIV te acompañamos con medicina reproductiva de excelencia y un equipo que cree en cada historia. ¡Consultanos! 

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